lunes, 21 de noviembre de 2011

Clip de la Campaña en Córdoba Capital

INGESTA EXCESIVA DE ALCOHOL INCREMENTA RIESGOS DE ALZHEIMER






El riesgo de tener depresión es tres veces mayor en los varones que abusan de alcohol. La enfermedad evoluciona por etapas; su deterioro es progresivo y lento cuando no se presenta en personas jóvenes. La mayoría de las personas que tienen Alzheimer son mayores de 65 años; sin embargo, puede atacar a edades mucho más tempranas, como fue el caso de Carlos que presentó la enfermedad a los 40 años, semanas después de la muerte de su hija en el año 2004. Para entonces, y a decir de su esposa, Carlos Ortega Castro ya era alcohólico.


Pérdida de la memoria, desorientación en tiempo y espacio, alteraciones en la cordura o, incluso, desconocerse a sí mismo (según el avance que tenga cada paciente), son algunas características que presenta la enfermedad de Alzheimer, aunque esta se manifiesta de distinta manera en cada persona dependiendo de su condición física, personalidad y estilo de vida.


Es la forma más habitual de demencia y es una enfermedad mental. Cuando ocurre en personas menores de 65 años se conoce como demencia degenerativa presenil.


Bajo el lema: "El Alzheimer es una discapacidad" o "No hay tiempo que perder", la Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó la atención en el año 2004 sobre el hecho de que la enfermedad de Alzheimer debe considerarse como una discapacidad.


Consumo masivo Un estudio liderado por el doctor Gabriel López Robles, sicólogo y director de enseñanza y asistencia de la Fundación Alzheimer, México, indica que el consumo excesivo de alcohol a lo largo de varios años, (mínimo cinco continuos) incrementa la posibilidad de tener Alzheimer.


Es decir, el consumo masivo de bebidas alcohólicas aumenta la incidencia de la enfermedad.


Según el testimonio de Gloria, Carlos, su esposo, solía comenzar a beber desde el viernes por la noche, continuaba durante el sábado y el domingo; solo se detenía el domingo en la madrugada porque debía trabajar el lunes, y se ausentaba de su casa.


Carlos consumía más de una botella de ron al día. Y lo hizo de 1987 a 1997. Estudios del neurólogo Gabriel Delgado indican que el consumo por encima de 50 gramos al día (medio litro de vino) es neurotóxico.


"En los bebedores habituales puede aparecer una polineuropatía o degeneración de los nervios periféricos producida por un tóxico".


Sumado a lo anterior las consecuencias del consumo elevado en fin de semana, sobre todo en jóvenes, pueden causar hemorragias en las meninges y el ictus (accidente cerebrovascular agudo).


"Otra complicación es la atrofia del cerebelo que se traduce en un problema de coordinación de movimientos, estabilidad y equilibrio. Esto ocurre en casos de abuso continuado excesivo y más aún si se asocia, como ocurría con los grandes alcohólicos ambulantes, con una mala nutrición", agrega el experto.


Hoy Carlos es un hombre absolutamente dependiente de los cuidados de su esposa, hija, yerno, y de la Fundación Alzheimer.


Gloria en lo particular se encarga de bañarlo, cepillarle los dientes, colocarle los pañales, (pues Carlos tiene incontinencia).


A él le disgusta que Gloria lo seque después de bañarse; y es el momento más difícil para ella, porque la agrede. 

jueves, 17 de noviembre de 2011

DIFERENCIAS ENTRE UN CUIDADOR CAPACITADO Y UNO NO CAPACITADO


CUIDADOR CAPACITADO:

10 señales de alarma:

Ante la pérdida de memoria y las constantes preguntas del paciente, el cuidador responde una o dos veces y posteriormente distrae al paciente.

Simplifican las tareas y adaptan las actividades a las capacidades y habilidades del paciente.

En el lenguaje, opta por hablar despacio, hace preguntas cortas y directas. Estimulan la comunicación y prestan atención al lenguaje no verbal del paciente.

En la desorientación, utilizan letreros, calendarios. Se sientan al lado para hablar con el paciente, caminan y distraen con otras actividades. Además evitan lugares que ponen incomodo al paciente.

Aumentan vigilancia, no reclaman ante pérdida de objetos, no regaña; porque sabe que la causa de todas las alteraciones es la enfermedad. Por la capacitación los síntomas no los toman por sorpresa.

Ante la pérdida de iniciativa, los cuidadores estimulan al paciente, dan opciones de actividades y tienen mucha paciencia.

Pérdida de habilidades:

En la alimentación observa el lenguaje corporal, reconoce el momento de pasar de alimento sólido a líquido, saben cuándo cambiar utensilios, usa horarios, respetan al paciente cuando no quiere más y utilizan frases de estímulo.

Ante la ambulación aumentan vigilancia, entretienen y ponen  al paciente a hacer ejercicios.

Con el sueño, tratan de mantener activos a los pacientes, conocen los efectos de los medicamentos y con las pesadillas tranquilizan a los pacientes.

En el control de esfínter, usan palabras de estimulación, respetan la intimidad del paciente, tienen horarios, usan guantes y explican al paciente lo que se les va a realizar.

Para los fármacos se ayudan con horarios, busca ayuda profesional, conoce los efectos secundarios de medicamentos, muelen las pastillas y mantienen los medicamentos lejos del alcance de los pacientes.

En la parte de higiene y autocuidado, trabajan con un libro o diario (donde reportan estado del paciente). Bañan a los pacientes con técnicas que facilitan la labor con palabras estimulantes e involucran al paciente.

Cuando el paciente está deprimido identifica síntomas, comprende al paciente y refiere al especialista.

Movilización:

Estos cuidadores al recibir entrenamiento, conocen cuáles son las posturas para la movilización tanto de su persona como de su paciente, reconocen cuál es el tipo de fuerza física necesaria para la movilización y de dónde se tiene que levantar a un paciente con Alzheimer.  Estos conocimientos les permiten prevenir golpes, fracturas, caídas, desgaste físico y lesiones de piel tanto en el paciente como en ellos mismos.

Todo el conocimiento adquirido no sólo les genera seguridad y confianza, sino que, también les permite disminuir los niveles de estrés.

Actividades recreativas y terapéuticas con el paciente:

Estos cuidadores conocen una gran gama de actividades para realizar con sus pacientes, gracias a la capacitación; es importante resaltar que estos cuidadores aplican las actividades con el objetivo no sólo de recrear, entretener o mantener ocupado al paciente, sino que buscan estimular al paciente a través de las actividades, retrasando así los efectos de la enfermedad y mantienen las capacidades y habilidades del paciente por mayor tiempo.

Actividades recreativas para sí mismo (cuidador):

Estos cuidadores saben los riesgos del cuidador, por ende tratan de protegerse y cuidarse con actividades que les permitan salir de la rutina.


Primeros auxilios:

Al recibir entrenamiento tienen seguridad, confianza, reconocen que aunque tengan conocimientos, el aplicar primeros auxilios conlleva nerviosismo, pero saben cuáles son las pautas a seguir y mantienen la calma.



CUIDADOR NO CAPACITADO:

10 señales de alarma:

Calidad de vida del paciente:

Salvaguardan la integridad de los pacientes, velan por la satisfacción de las necesidades de sus pacientes de acuerdo a sus posibilidades, emocionales, espirituales, familiares, sociales, económicas, físicas y psicológicas.

Todas las señales, los toman por sorpresa.

Ante la pérdida de memoria, ellos siempre responden a las preguntas de sus pacientes, lo aumenta su estrés y baja el nivel de tolerancia.

Se impactan porque el paciente ya no puede realizar tareas simples.

Se siente impotente para comprender, el comportamiento de su paciente.

Se siente inseguro y con temores, por no saber cómo afrontar los síntomas del paciente.

Vive con la incertidumbre de si sus acciones son adecuadas y convenientes para su paciente.

Se sienten mal por las acusaciones de robo de sus pacientes, ante la pérdida de objetos.

Cree que el paciente, finge muchos síntomas y que son cosas de la persona adulta mayor (estereotipo).

Ante los cambios de personalidad, comportamiento, pérdida de memoria, estos cuidadores optan por confrontar a sus pacientes, lo que genera cansancio, discusiones y alteración de sus pacientes.

Pérdida de habilidades:

En la alimentación, se asusta, siente impotencia porque no sabe qué hacer.

La ambulación lo agota por el esfuerzo físico, duermen menos, no entienden que le pasa al paciente, quieren que el paciente se aquiete.

Se irrita cuando el paciente no quiere dormir, lo que genera agotamiento por los desvelos, no saben qué hacer ante las alteraciones del sueño.

Los medicamentos los tienen lejos del alcance de los pacientes, no conocen sobre los medicamentos y cuando no saben llaman al farmacéutico.

En la higiene y autocuidado, los cuidadores aumentan vigilancia, pero temen las etapas avanzadas de la enfermedad porque no se sienten capacitados debido a las complicaciones.

En el manejo del tiempo libre, estos cuidadores carecen de actividades para realizar con sus pacientes, por ello sienten un deseo de conocer más sobre la enfermedad, saben que deben capacitarse.

Ante una depresión o estado de ánimo bajo de sus pacientes, estos cuidadores desconocen cuáles son las medidas a tomar y tienen muchas preguntas de qué hacer, además, tienen a confrontar y hacer reaccionar a sus pacientes, lo que pone a los mismos en un estado de shock.

Movilización:

Al no tener entrenamiento, existe tensión muscular, inseguridad, lesiones y se puede sin intención cometer negligencia por ejemplo ante una caída levantar al paciente para descartar fracturas.

Un cuidador comentó: 

“producto de no conocer uno las cosas, pierde la paz y la tranquilidad”

Actividades recreativas y terapéuticas con el paciente:

Los cuidadores no capacitados, si realizan actividades como por ejemplo: sopas de letras, pero las actividades nunca varían y se hacen más por mantener ocupado al paciente y poder realizar así otras tareas.

Actividades recreativas para si mismo (cuidador)

El hecho de poder asistir a las reuniones mensuales de la Asociación de Alzheimer, estos cuidadores con mucho esfuerzo y sacrificio tratan de hacer deporte, tener actividad social y mantener intereses.

Primeros Auxilios:

Se cae en negligencia, por falta de capacitación.  Estos les genera mayor estrés, porque saben que en cualquier momento sucede una emergencia.

Calidad de vida del paciente:

Salvaguardar la integridad de los pacientes, pero no cuentan con las herramientas y conocimientos necesarios.

Fuente: Charla de apoyo para familiares y cuidadores, febrero 2011, Asociación Costarricense de Alzheimer, por Lic. Jenny Zúñiga Madrigal y Lic. Magdalena Cruz Sibaja.

El aluminio: su relación con la enfermedad de Alzheimer




Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río.
Profesor de Farmacología del CUCS de la Universidad de Guadalajara









Es muy frecuente que cuando una persona famosa sufre de una enfermedad, también esa enfermedad se hace famosa. Tal es el caso con la enfermedad de Alzheimer, ya que muchos dicen que el ex-presidente Ronald Reagan padece de este problema. A principios de 1989, la revista médica altamente respetada de Inglaterra, The Lancet publicó las conclusiones de un estudio del gobierno Británico: el riesgo de contraer la enfermedad de Alzheimer se había elevado en un 50 % en las áreas de la Gran Bretaña donde el agua para beber contenía niveles elevados de aluminio.
Esta enfermedad aflige a mucha población. Por ejemplo, en los EE.UU. el 15 % de los americanos mayores de 65 años están afectados de este padecimiento, es decir más de 2 millones y medio de personas. Antes, se le conocía como demencia senil. Esta enfermedad está caracterizada por fibras nerviosas enredadas alrededor del hipocampo. Para aquellos que no lo saben, el hipocampo es el centro de la memoria del cerebro. Lo que sucede es que cuando estas fibras nerviosas que rodean al hipocampo se enredan, entonces los impulsos nerviosos ya no pueden llevar la información de, ni hacia el cerebro.
Algunas características de esta enfermedad son cambios severos en el estado de ánimo, pérdida de la memoria, percepciones desorientadas en el tiempo y el espacio, cambios de personalidad y una invalidez para comunicarse o concentrarse. Generalmente, la salud de la persona se deteriora en forma progresiva hasta que queda incapacitada totalmente.
Según el Dr. James F. Balch, en un estudio reciente de 78 pacientes con demencia, se encontró que 68 % también tenían la enfermedad de Alzheimer, 5 % tenían una deficiencia vitamínica (particularmente de B-12), 8 % tenían una forma ligera de depresión y 5 % tenían demencia por haber sufrido de varias embolias.
Con relación a la causa, podemos decir que la investigación ha revelado una fuerte correlación entre la enfermedad de Alzheimer y el aluminio. Casi siempre se han encontrado a través de las autopsias, depósitos de aluminio y sílice en los cerebros de las personas que murieron por este padecimiento. Por lo cual, estos resultados pueden sugerir que las cantidades excesivas de aluminio en la dieta, combinado con una deficiencia de varios minerales esenciales, en forma directa o indirecta lo predisponen a uno a la enfermedad de Alzheimer.
Es importante resaltar que el aluminio no es un nutriente. Aunque no es un metal pesado, es altamente tóxico para todos los seres vivos. El aluminio está difundido en nuestra agua, en la tierra, en el aire y por lo tanto en pequeñas cantidades, en nuestros alimentos también. Se cree que una persona promedio consume entre 3 y 10 miligramos de aluminio al día. En la actualidad, sabemos que el aluminio se absorbe y se acumula en nuestro cuerpo.
Hace algún tiempo la revista médica The Lancet (Vol. 343, 23-Ab-94) publicó un artículo en el que se menciona al aluminio como la toxina responsable de esta epidemia moderna: "la ingestión de hidróxido de aluminio fue implicada en la acumulación de aluminio en los cerebros de estos pacientes (que muestran cambios neuropáticos semejantes al Alzheimer)".
Como todos sabemos, el aluminio es un metal popular que se usa para hacer utensilios de cocina (en su lugar, se recomienda usar vidrio o acero inoxidable), así como envoltura de papel aluminio. El uso excesivo de los antiácidos es la causa más común de la toxicidad con aluminio. Muchos medicamentos antiinflamatorios contienen aluminio, como buffer (amortiguo), con concentraciones que van desde 14.4 mg hasta 88 mg por dosis. Varias preparaciones antidiarréicas contienen sales de aluminio, incluyendo caolín. Es importante leer la etiqueta de todo lo que compremos, ya que el aluminio es también un aditivo en muchos polvos para cocinar. El polvo para cocinar contiene de 5 a 70 miligramos de sulfato de aluminio sódico por cucharada de té.
Como ya lo mencioné, muchos síntomas de la intoxicación con aluminio son semejantes a los de la enfermedad de Alzheimer y a la osteoporosis. Una intoxicación de aluminio puede producirnos alteraciones gastrointestinales, nerviosismo extremo, un metabolismo alterado del calcio, dolores de cabeza, anemia, alteraciones en la función hepática y renal, alteraciones en el habla, mala memoria, huesos débiles, inclusive músculos dolorosos.
Para diagnosticar una intoxicación crónica por aluminio o por cualquier otro metal pesado, contamos en la actualidad con el análisis mineral de pelo, el cual, es un método sencillo y confiable para este tipo de medición.
Debido a que el aluminio se excreta por los riñones, las cantidades tóxicas de aluminio pueden dañar la función renal. El hecho de trabajar en plantas de fundición de aluminio puede producir en los trabajadores, a largo plazo, una coordinación dañada, mareos, falta de energía y alteraciones en el equilibrio. También ya se mencionó que la acumulación de aluminio en el cerebro puede ser una causa para la aparición de estos mismos síntomas de la enfermedad de Alzheimer.
Por todo lo anterior, es bueno pensarlo dos veces antes de utilizar baterías de cocina de aluminio. Algunos científicos como el Dr. William Douglass, en Second Opinion recomiendan no utilizar pastas de dientes que contengan aluminio. También recomiendan no utilizar desodorantes que contengan aluminio. Por otro lado, recomiendan no consumir antiácidos que contengan hidróxido de aluminio, algunas sales de mesa, harinas blanqueadas y evitar el humo de los cigarros. Varias docenas de antiácidos contienen hidróxido de aluminio. Dependiendo del producto, las concentraciones pueden tener un amplio rango que va desde 29 miligramos hasta 265 miligramos por dosis. Muchas preparaciones populares para duchas contienen sales de aluminio. Los quesos procesados tienen un alto contenido de aluminio, ya que se les agrega el aluminio para darles la capacidad de derretirse cuando se usan en las hamburguesas. Estos alimentos contienen entre 5 a 50 miligramos de fosfato de aluminio sódico por porción promedio.
Si nos detenemos a pensar, podríamos deducir que también debemos de vigilar nuestro consumo de alimentos enlatados. La mayoría de los refrescos son ácidos, así que probablemente se está ingiriendo mucho aluminio con cada lata.
De acuerdo a los conocimientos actuales, es bueno recordar que una vez que uno ha sido cargado con aluminio, es decir, que uno lo ha absorbido a través de cualquier vía antes mencionadas, no hay ni un método conocido para quelarlo fuera de nuestro cuerpo. Solamente puede ser desplazado.
Otra de las recomendaciones que se le pueden hacer al público, es la de que estén seguros de que su dieta tenga un alto contenido de fibra (promedio 25 gramos diarios) así como pectina de las manzanas. Esto ayuda a que nuestro cuerpo absorba menor cantidad de aluminio de los alimentos que lo contienen. Se sabe que el calcio en forma quelada con magnesio puede ayudar a enlazarse con el aluminio y coadyuva a su eliminación del cuerpo. Las vitaminas B, especialmente la vitamina B6 son importantes para que el tracto intestinal se deshaga de los metales en exceso en nuestro cuerpo.
Los avances científicos nos han dejado saber que la L-dopa se convierte en dopamina, la cual, impulsa al sistema monoamina que estimula nuestro cerebro. La dopamina es destruida en nuestro cerebro por una enzima llamada monoaminooxidasa. Conforme envejecemos, se destruye más dopamina que la que se produce. Esta depleción del principal estimulante de nuestro cerebro hace que la función cerebral se disminuya -- frecuentemente en forma dramática. El l-deprenyl, puede en forma efectiva bloquear la acción de la enzima monoaminooxidasa, proporcionándonos una opción terapéutica no sólo para la enfermedad de Alzheimer, sino para todo tipo de demencias. Al bloquear a la monoaminooxidasa, el l-deprenyl hace que la concentración de dopamina se incremente, así que nuestro cerebro es estimulado más y por eso mejora la función cerebral. Esto significa que el l-deprenyl tiene un efecto terapéutico en los pacientes con Alzheimer, tanto a corto como a largo plazo. En un pequeño estudio realizado en el Programa de Estudios de Medicinas Alternativas de la Universidad de Guadalajara en 1992, con 20 pacientes, encontramos que al administrarles una dosis de 10 mg al día de l-deprenyl, hubo una mejoría general importante en su funcionamiento cerebral. Los cambios se notaron después de 30 días de tratamiento. Los pacientes se pusieron menos nerviosos, se hicieron más sociales, es decir que la calidad de su vida mejoró. También vimos que mejoraron su capacidad de aprendizaje, su concentración y su memoria.
Se puede agregar al debate de los campos electromagnéticos y la salud, una relación interesante entre la enfermedad de Alzheimer y la exposición a los mismos. En un congreso reciente realizado en Minneapolis, el investigador Joseph Sobel de la Universidad del Sur de California reportó sobre tres estudios que demuestran lazos dramáticos entre la exposición en el lugar del trabajo a fuertes campos electromagnéticos y un riesgo posterior a la enfermedad degenerativa del cerebro. Los sujetos a exposiciones altas fueron 3 veces más propensos a desarrollar Alzheimer que la gente que no trabajaba alrededor de campos eléctricos. Dos de estos estudios se realizaron en Finlandia, otro en Los Angeles. Se incluyeron 386 pacientes y 475 sujetos de control.

martes, 15 de noviembre de 2011

OMS | Los trastornos neurológicos afectan a millones de personas en todo el mundo: informe de la OMS

OMS | Los trastornos neurológicos afectan a millones de personas en todo el mundo: informe de la OMS


El Dr. Cormillot habla sobre Mal de Alzheimer, informate!

CUIDADOS DE ENFERMERÍA PARA UN PACIENTE CON ALZHEIMER


Cuando vayamos a cuidar a un enfermo de Alzheimer, hay que tener en cuenta los consejos siguientes:


A) Conservar la calma, de lo contrario le transmitiremos nuestro nerviosismo.


B) No intervenir sistemáticamente en su manera de vivir.


C) Dejarle tiempo para que realice lo que le hemos pedido hacer.


D) Encontrarle actividades sustitutorias.


E) Organizar su vida de forma rutinaria.


Cuidados en la Fase I


Memoria:


Cuando oculta sus olvidos :


- No intente razonarle.


- Recurra a ejercicios de memoria.


¿Qué se pretende con esta terapéutica?


- Buscar otras áreas cerebrales que no estén deterioradas por la enfermedad.


- Favorecer el interés del enfermo por las cosas.


- Contribuir a mantener los procesos de percepción, atención, aprendizaje, observación, etc.


Tipos de ejercicios:


- Leer revista o periódico, 5 líneas, dos veces seguidas e instarle a que resuma por escrito o de palabra lo que ha leído.


- Hacer puzzles simples de organizar.


- Escuchar canciones que él o ella conozca.


- Intentar dibujar de memoria los muebles de una habitación conocida.


- Recordarle sistemáticamente donde están los objetos que se utilizan varias veces al día: libro, bolso, gafas, ropa, etc.; poniéndolos siempre en el mismo sitio


Nombre de personas:


Ayudarle a recordarlos valiéndose de fotografías de su familia, de amistades, compañeros de trabajo; ya que su memoria visual puede tenerla conservada.


Cuidados en la Fase II


En esta fase y con respecto a la Memoria existen una serie de ejercicios que también son aplicables durante la Fase I .


Debemos recordarles, con frecuencia, el día en el que se encuentra (de la semana y del mes). Para ello es aconsejable poner en la casa y a su vista: calendarios, así como relojes. Aprovechando cualquier conversación, es conveniente decirles si es por la mañana, tarde o noche. De este modo le ayudamos a orientarse en el tiempo.


Cuando deambule por la casa, ya en esta fase con ayuda, váyale diciendo: vamos a la cocina. Vamos al salón, vamos al cuarto de baño, vamos al dormitorio. Así le ayudamos a orientarse respecto al espacio.


Cuando decidamos acostarle, debemos recordarle que es de noche y que hay que dormir. Hacer que orine antes de acostarse, así evitamos que lo haga en la cama. Podemos inducirle al sueño, intentando sofronizarle, repitiéndole: está muy cansado, le pesan mucho los párpados, le pesan mucho los brazos, etc.


Se pueden combinar una serie de ejercicios de memoria y de motilidad. La finalidad de éstos es desarrollar la memoria al aprender y recordar una información durante un período de tiempo.


Ejemplos:


1) Ejercicio de memoria:


A) Recuerde el número 33.


B) Recuerde el refrán: A quien madruga Dios le ayuda.


2) Ejercicio de motilidad:


A) Inspirar-espirar.


B) Levantarse-sentarse.


C) Palmada por encima de la cabeza.


D) Levantar alternativamente los pies.


E) Tocar las puntas de los dedos delante de los ojos,


Cada uno de estos movimientos deben repetirlo al menos cinco veces.


3) Le preguntamos: ¿Qué número le he dicho al principio que recuerde?, ¿Qué refrán le he dicho que debe recordar?.


En cuanto a sus gestos y movimientos en esta fase (remítanse al cuadro sinóptico de las fases), es necesario que le acompañemos en su deambulación para evitar sus caídas y ayudarle por si pierde el equilibrio; pudiéndose también ayudar él mismo con un andador.


Como puede perderse en trayectos habituales es conveniente que le pongamos un identificador, bien en una pulsera, un colgante o cadena y para que no pueda sentirse ofendido, lo haremos de modo que parezca un regalo por algún motivo especial.


Cuidados en la Fase III


En relación con su comportamiento: cuando llora, grita, se agita, debemos mostrarnos siempre ante él con una gran tranquilidad y procurar darle cariño y palabras afectuosas.


En este período de la enfermedad tiene sus memorias recientes y remotas abolidas. Su lenguaje se transforma en un simple balbuceo, no controla sus gestos; comienza a tener dificultad para tragar por lo que suele atragantarse hasta con su propia saliva.


Tiene dificultad para controlar sus esfínteres. En esta fase suele instaurarse la alimentación mediante sonda.


Sus actividades cotidianas desaparecen totalmente. Suele estar ya encamado.


Los cuidados de enfermería van encaminados a subsanar todos aquellos problemas que conllevan la inmovilidad del enfermo, la incontinencia urinaria, los fecalomas, las úlceras por decúbito y los problemas respiratorios.


Alimentación :


Con la alimentación se consigue fundamentalmente disminuir la degradación.


Es aconsejable una dieta rica en proteínas y pobre en grasas animales.


Si todavía es capaz de comer por sí solo, dejarle elegir pero sin abusar, ya que el enfermo de Alzheimer es capaz de volver a comer dos veces sin sentirse saciado. En caso de que os ocurra esto, bien porque coma él antes, o bien porque ha terminado de comer antes que los demás, le engañáis sacándole un plato con pastas o galletitas variadas. Para vosotros le habréis dado el postre, sin embargo el está comiendo.


Incontinencia urinaria:


El enfermo de Alzheimer al no controlar sus esfínteres, se orina y por ello es preciso dotarle de pañales y así evitar que se moje.


Estos pañales deben ser cambiados con frecuencia para evitar que se produzcan infecciones urinarias.


Debemos también observar, al quitarle el pañal, el olor y el color de la orina. Si el color fuera oscuro y el olor fuerte, nos debe hacer sospechar que el paciente tiene una infección urinaria. En estos casos debemos consultar con el Geriatra que le atienda. Aparte, le tomaremos la temperatura ya que la aparición de fiebre, es un signo importante a tener en cuenta en el diagnóstico de una infección urinaria.


Fecalomas:


Hay un signo importante a tener en cuenta en la instauracción de un fecaloma, y es que el paciente expulsa por el recto un contenido líquido que, equívocamente, nos hace pensar en una diarrea. Antes de decidir por nosotros mismos, debemos consultar con el médico.


Ante esta situación debemos llevar a la práctica la extracción del mismo mediante la aplicación de un enema de limpieza. Se aconseja para esta situación se prepare con los siguientes ingredientes: agua, bicarbonato y micralax (2 envases).


Todo esto se debe hacer con el enfermo encamado y colocándole una cuña debajo para la recogida de heces.


Úlceras por decúbito:


Estas lesiones podemos prevenirlas con los siguientes cuidados:


a) Tener una buena hidratación, procurando darle una ingesta de líquidos aproximada de 2 litros.


b) Aplicación de baño diario, encamado, con jabón neutro. Darle crema hidratante y masajes circulares.


c) Tener una buena alimentación, que aporte proteínas.


En el caso de que se hayan producido, deben curarse de la siguiente manera :


a) Lavar la escara con jabón neutro (lagarto).


b) Aclarar con suero salino (fisiológico)


c) Si hay bordes necrosados, se deben cortar.


d) Existen en la actualidad unos apósitos coloides, de diversos tamaños y formas que se colocan sobre la herida y contribuyen a su cicatrización.


e) Cuando la escara es pequeña y superficial se puede poner en su interior una pequeña cantidad de jabón neutro y en muchas ocasiones esto solo es suficiente para su cicatrización.


Fisioterapia respiratoria :


Hemos hablado anteriormente de la retención de secreciones pulmonares o de vías altas, frecuentes en un enfermo encamado.


Estas secreciones se retienen debido a la inmovilidad y a que el enfermo de Alzheimer se olvida de toser. Por más que intentemos darle la orden de toser, él no nos responderá positivamente, por lo que tendremos que ayudarle aplicándole fisioterapia respiratoria.


¿Cómo hacerla?:


a) Colocarle en posición de decúbito lateral (derecho y después izquierdo)


b) Con las palmas de las manos hacia abajo y en posición hueca, darle golpes acompasados en la espalda durante un período de 10 minutos por cada lado.


c) Es conveniente ayudarnos al hacerlo con alcohol simple o alcanforado.


d) Se repite la opción b) por delante.


Con esta técnica conseguiremos movilizar las secreciones y favorecer que el enfermo tosa y así arranque las secreciones.


En ocasiones deberemos ayudarnos de un aspirador de secreciones eléctrico. El enfermo al no beber líquidos y por consiguiente no hidratar la garganta, las secreciones altas son más densas y puede tener dificultad para tragarlas. Como comentamos en un apartado anterior, tiene dificultad para tragar y corre el peligro de atragantarse con su propia saliva.



¿QUE SUCEDE EN EL CEREBRO CON EL MAL DE ALZHEIMER??


Las neuronas que controlan la memoria y el pensamiento están deterioradas, interrumpiendo el paso de mensajes entre ellas. Estas células desarrollan cambios distintivos: placas seniles y haces neurofibrilares (degeneraciones del tejido cerebral). La corteza del cerebro (principal origen de las funciones intelectuales) se atrofia, se encoge y los espacios en el centro del cerebro se agrandan, reduciendo por lo tanto su superficie.


El cerebro es el órgano principal y más voluminoso de la cabeza, formado por más de 15.000 millones de células nerviosas específicas, llamadas NEURONAS .


La Neurona, morfológicamente. Está formada de 3 partes:


A) SOMA : Es el cuerpo estrellado de la célula.


B) AXÓN : Es la prolongación principal y la que conecta con las otras neuronas.


C) DENDRITA : Son las encargadas de recibir las informaciones de los axones de otras neuronas.


Ahora bien, la neurona ¿puede por sí sola activarse?, Pues no; necesita como cualquier motor su líquido elemento.


La Neurona secreta unos mediadores químicos, que conocemos con el nombre de neurotransmisores. Estos son los que activan la neurona transmitiendo los mensajes y la información de una neurona a otra.


Pero el cerebro, para que funcione bien, no sólo necesita las células nerviosas y un buen funcionamiento de los neurotransmisores. También es necesario que esté bien irrigado por la sangre, que utilice bien el oxígeno y la glucosa y que tenga las enzimas (que son proteínas) necesarias para las reacciones bioquímicas que van a permitir la transmisión de la información interneuronal. (Ver anexos 1 y 2 esquema de un cerebro normal y después la corteza cerebral en la enfermedad de Alzheimer.)


Causas de la Enfermedad de Alzheimer, incidencias y factores de riesgo.


La causa de la enfermedad de Alzheimer se desconoce, pero no es parte del proceso de envejecimiento normal. Se han descartado las teorías anteriores sobre la acumulación de aluminio, plomo, mercurio y otras sustancias en el organismo.


Factores Biológicos:


Las neuronas que controlan la memoria y el pensamiento están deterioradas, interrumpiendo el paso de mensajes entre ellas. Estas células desarrollan cambios distintivos: placas seniles y haces neurofibrilares (degeneraciones del tejido cerebral).


La corteza del cerebro (principal origen de las funciones intelectuales) se atrofia, se encoge y los espacios en el centro del cerebro se agrandan, reduciendo por lo tanto su superficie.


El segundo hallazgo significativo es una concentración alta de la proteína pegajosa conocida como beta amiloide, que forma parches llamados placas neuríticas.


Respuesta Inflamatoria


Algunos investigadores piensan que la beta amiloide puede romperse en fragmentos que sueltan radicales libres de oxígeno (químicos normales en el cuerpo que causan varios procesos dañinos cuando son producidos en exceso). Uno de estos procesos puede ser la respuesta inflamatoria, en la que el sistema inmunitario libera anticuerpos cuya misión es combatir los agentes nocivos, pero, si se producen en exceso, pueden lesionar las mismas células del cuerpo.


Factores Genéticos


Los investigadores se están aproximando a la identificación de genes defectuosos responsables de la Enfermedad de Alzheimer de inicio temprano, una forma poco común pero extremadamente agresiva de la enfermedad


El tejido cerebral muestra “nudos neurofibrilares” (fragmentos enrollados de proteína dentro de las neuronas que las obstruyen), “placas neuríticas” (aglomeraciones anormales de células nerviosas muertas y que están muriendo, otras células cerebrales y proteína) y “placas seniles” (áreas donde se han acumulado productos de neuronas muertas alrededor de proteínas). Aunque estos cambios ocurren en cierto grado en todos los cerebros con la edad, se presentan muchos más en los cerebros de las personas con enfermedad de Alzheimer.


La destrucción de las células nerviosas (neuronas) lleva a una disminución de los neurotransmisores (sustancias secretadas por una neurona para enviar los mensajes a otra neurona), cuyo equilibrio correcto es crítico para el cerebro. Los tres neurotransmisores comúnmente afectados por la enfermedad de Alzheimer son acetilcolina, serotonina y norepinefrina; la acetilcolina es la más afectada.


Al causar cambios tanto estructurales como químicos en el cerebro, la enfermedad de Alzheimer parece desconectar áreas del cerebro que normalmente trabajan juntas.


Aproximadamente 4 millones de estadounidenses sufren actualmente de enfermedad de Alzheimer. Los factores de riesgo más importantes para la demencia son la edad avanzada y antecedentes familiares de demencia. Cuanto mayor es la persona, mayor es el riesgo de desarrollar esta enfermedad .


Alrededor del 10% de las personas mayores de 70 años tiene problemas significativos de memoria y alrededor de la mitad de éstos son causados por la enfermedad de Alzheimer. El número de personas con esta enfermedad se duplica cada década después de los 70 años y el hecho de tener un pariente de sangre cercano que ha desarrollado la enfermedad aumenta el riesgo. Debido a que las mujeres viven más años que los hombres, son más propensas a desarrollarla.


Hay dos tipos de enfermedad de Alzheimer, la de aparición temprana y la de aparición tardía. En la primera, los síntomas aparecen antes de los 60 años y, en algunos casos, la enfermedad de inicio temprano se presenta en familias e involucra mutaciones hereditarias autosómicas dominantes que pueden ser la causa de la enfermedad. Hasta ahora, se han identificado tres genes de aparición temprana, que es el tipo menos común, ya que comprende sólo entre el 5 y el 10% de los casos.


La enfermedad de Alzheimer de comienzo tardío, que es el tipo más común, se desarrolla en personas de 60 años o más y se cree que es menos probable que se presente en familias. La enfermedad de Alzheimer de inicio tardío puede presentarse en algunas familias, pero el papel de los genes es menos directo y definitivo. Es posible que estos genes no provoquen el problema en sí, sino que aumenten la probabilidad de formación de placas y nudos u otras patologías relacionadas con la enfermedad de Alzheimer en el cerebro.

lunes, 14 de noviembre de 2011

COMO SABER EN QUE ETAPA DEL ALZHEIMER SE ENCUENTRA UN FAMILIAR


Etapa inicial del Alzheimer


En esta primera etapa es frecuente confundirse con vejez, pues consiste en una pérdida de la memoria a corto plazo que dura aproximadamente entre dos y cinco años.
Es posible que nuestro familiar discuta con nosotros porque no le dimos su café a las tres de la tarde, cuando realmente se lo acaba de tomar. También sus capacidades se comienzan a reducir, por ejemplo, si antes el abuelo era quien compraba el queso, ahora no puede recordar dónde queda el negocio.


No obstante, por ahora él puede recordar como si fuera ayer, aquella vez que se cayó del columpio y lo regañaron por ensuciar el atuendo que le habían comprado.


En cuanto a su lenguaje, el vocabulario se comenzará a reducir y la fluidez de la conversación no será la misma de antes, pero todavía podrá realizar conversaciones básicas. 


Por ahora veremos a un familiar más torpe y lento. Tengamos en consideración que en esta etapa la persona todavía está consciente de que está perdiendo sus destrezas, así que tenderá a frustrarse y deprimirse.

Etapa intermedia del Alzheimer


En esta fase ya el individuo necesita de un cuidador permanente, ya que necesita que lo ayuden a ir al baño, a vestirse y peinarse. Ahora se pueden notar fallas en la memoria a largo plazo, pues esos recuerdos comienzan a perderse y ya no reconocen a muchos de sus familiares aunque sean muy allegados. 


En estos momentos olvidan los nombres de las palabras y suelen sustituirlos por otros. Su capacidad para relacionar y el pensamiento abstracto se ve severamente disminuido, pero todavía es posible sentarse con ellos a hablar si se hace el esfuerzo.


En muchas ocasiones se inician los delirios y las alucinaciones. Ven objetos y personas en su habitación que no están, situación que preocupa mucho a los familiares porque es común que hablen de un familiar fallecido que está justo en el fondo.


Veremos que esta persona se muestra apática y somnolienta. Ya no quiere divertirse y prefiere estar acostado. También puede ser muy agresivo.


En la etapa final de esta fase, se puede notar un comienzo de movimientos que parecen bruscos e involuntarios de las manos. También hay que ayudarlos a comer porque olvidan cómo hacerlo, es importante tener sumo cuidado con este tema porque pueden perder peso. Este tiempo es largo, pueden pasar de 2 a 10 años.

Etapa final del Alzheimer


En la etapa terminal del paciente, éste depende de los demás por completo. Su masa muscular se ha deteriorado por completo, así que se muestra rígido. Si no se le mueve, puede permanecer en una misma posición produciéndose serias úlceras.

Ya en este momento la persona es incapaz de hablar, ha olvidado cómo hacerlo. Sin embargo, puede emitir emociones y todavía puede ser un poco agresivo.


Ahora tendrán que supervisarlo las 24 horas del día, porque pueden caerse y morir por eso. Tampoco podrán controlar sus esfínteres y su capacidad para comer se disminuirá hasta desaparecer, así que en muchas ocasiones se llega al punto de alimentarle con sondas.

Al final de esta etapa, ya ni siquiera se reconocerá en el espejo.

MANEJO DE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER


El tiempo que le resta de vida a una víctima de la Enfermedad de Alzheimer es por lo general reducido, aunque un paciente puede vivir entre tres a veinte años después del diagnóstico. La fase final de la enfermedad puede durar desde unos pocos meses hasta varios años, durante cuyo tiempo el paciente se vuelve cada vez más inmóvil y disfuncional.


Tratamiento en casa en Etapas Iniciales.


Decirle al paciente. A menudo los médicos no les dirán a los pacientes que tienen la Enfermedad de Alzheimer. Los estudios indican que la progresión puede desacelerar con esfuerzo intelectual y la mayoría de los medicamentos a nivel de investigación en ensayos se realizan en las etapas iniciales.


Estado de ánimo y comportamiento emocional. Los pacientes de la Enfermedad de Alzheimer muestran oscilaciones abruptas del estado de ánimo y pueden tornarse agresivos y enojados. Parte de este comportamiento errático es causado por cambios químicos en el cerebro. Muchos pacientes con la Enfermedad de Alzheimer son sumamente sensibles a las emociones implícitas de los familiares y reaccionan negativamente a señales de condescendencia, ira y frustración. Pueden tornarse delusorios a veces por lo que se les deberá volver a tranquilizar y a dirigir a otras actividades.


El manejar y el deambular. Tan pronto se diagnostica la Enfermedad de Alzheimer, al paciente se le deberá prohibir que conduzca. . En el momento en que el paciente comience a deambular, es el momento de buscar hospicios para ancianos u otras instituciones protectoras para sus seres queridos. Para los pacientes que se quedan en la casa, deberán instalarse cerraduras afuera de la puerta. Deberá implementarse un programa de ejercicio diario que ayude a cansar físicamente al paciente y a que duerma tranquilo.


Perturbación del sueño. Los pacientes con la Enfermedad de Alzheimer experimentan comúnmente trastornos en los ciclos del sueño/despertar.


Aunque los familiares tengan los recursos para mantener a los pacientes de la Enfermedad de Alzheimer en la casa durante las etapas posteriores de la enfermedad, la ayuda externa sigue siendo esencial. Es importante que los familiares reciban orientación y apoyo para ellos mismos también. En las etapas finales, los pacientes de la Enfermedad de Alzheimer necesitan 24 horas de atención diaria.


Atención a los Familiares


La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad particularmente devastadora, ya que la familia del paciente por lo general deberá resistir dos pérdidas diferentes: en primer lugar, la desaparición de la personalidad que ellos conocen y, finalmente, la muerte de la persona. La pena se experimenta dos veces. Nadie deberá resistir tal agonía solo. Pocas enfermedades afectan tanto a un paciente y a su familia, o por un período de tiempo tan largo como la Enfermedad de Alzheimer.


Tratar con los pacientes de la Enfermedad de Alzheimer durante todo el curso de la enfermedad es agotador. No ha terminado el familiar de lidiar con un grupo de problemas cuando el empeoramiento del paciente crea problemas nuevos y más intratables. A menudo, los mismos familiares empiezan a mostrar señales de trastorno mental o mala salud. La depresión, empatía, agotamiento, culpa y la ira pueden crear caos para el individuo normalmente sano enfrentado con la atención de un ser querido que sufre de la Enfermedad de Alzheimer.


Llegará el momento en que el familiar más dedicado probablemente necesite institucionalizar al paciente con la Enfermedad de Alzheimer. Además de la carga emocional devastadora, los costos financieros de la Enfermedad de Alzheimer pueden ser abrumantes. Afortunadamente, según ha aumentado la proporción de ancianos en la población, las organizaciones en países industrializados se han tornado muy activas en todos los frentes importantes –presión política para lograr investigación farmacéutica y médica y proporción de información financiera y apoyo psicológico.


Situaciones que requieren asistencia médica


Se debe buscar asistencia médica si alguien cercano a la persona experimenta síntomas de demencia senil tipo Alzheimer. Asimismo, si una persona con este trastorno experimenta un repentino cambio en su estado mental (un cambio rápido puede indicar que existe otra enfermedad).


Si se está cuidando a una persona con este trastorno y su condición se deteriora a tal punto que ya no se la puede cuidar en casa, se debe hablar sobre la situación con el médico.


Prevención de la enfermedad de Alzheimer.


En la actualidad no existe una forma demostrada de prevenir la enfermedad de Alzheimer. Se está desarrollando una vacuna y las pruebas iniciales están en marcha.


Varios estudios están en curso para clarificar el papel de algunos medicamentos comunes en la prevención de la enfermedad de Alzheimer, entre estos se encuentran medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs), antioxidantes (como Vitamina E), terapia de sustitución de estrógenos y gingko biloba.


En la actualidad no se recomienda ninguno de estos, ya que todos tienen efectos colaterales y pueden interactuar con otros medicamentos. Se debe consultar a un médico antes de considerarlos o consumirlos.


¿Quién puede estar afectado por la Enfermedad de Alzheimer?


La enfermedad de Alzheimer no hace distingos de clase socioeconómica, raza o grupo étnico, afecta por igual a hombres y mujeres, aunque más frecuentemente a personas mayores, aproximadamente 10% en mayores de 65 años y 47% en mayores de 85.


¿Es hereditaria la Enfermedad de Alzheimer?


Existe una mayor predisposición en los hijos y hermanos de pacientes con Alzheimer, para contraer la enfermedad. Ésta mayor predisposición no involucra herencia. Sólo el 10% de las demencias tipo Alzheimer son hereditarias (Alzheimer familiar). Para dicho diagnóstico debe contarse con más de un miembro afectado (generalmente 3 o más miembros) con un diagnóstico de certeza, es decir una confirmación anatomopatológica. Se pide a los familiares que requieran este estudio anatomopatológico del cerebro de su familiar como un derecho propio a conocer el diagnóstico definitivo y como contribución para la investigación genética del Alzheimer, el conocimiento de la enfermedad y el avance de la ciencia para encontrar causas y curas.


¿Cuanto sobreviven las personas con la Enfermedad de Alzheimer?


Las personas diagnosticadas con Alzheimer pueden sobrevivir de 2 a 20 años a partir del inicio de los primeros síntomas (pérdida de memoria). Disminuye la esperanza de vida, pero proporcionando un cuidado apropiado, con énfasis en la higiene y atención médica adecuada a los pacientes, mejoran la calidad de vida y pueden sobrevivir por muchos años, tanto en casa como en instituciones. Normalmente su muerte no puede ser pronosticada sino hasta estados muy avanzados. Es muy común que los pacientes en estados terminales de Alzheimer pierdan peso, tengan dificultad al tragar, al caminar y al hablar, así como incontinencia urinaria y fecal. Acostados pueden adoptar una posición fetal. Sucumben ante frecuentes y repetidas infecciones urinarias o broncopulmonares.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER?

En las etapas tempranas, los síntomas pueden ser muy sutiles. Entre éstos se encuentran:

-Repetición frecuente de frases

-Ubicación equivocada de cosas con frecuencia

-Dificultad para recordar el nombre de objetos conocidos

-Perderse en rutas conocidas

-Cambios de personalidad

-Convertirse en una persona pasiva y sin interés por las cosas que antes disfrutaba

-Algunas cosas que el individuo solía hacer bien se tornan difíciles, como llevar el control de uso de la chequera, jugar juegos complejos (como bridge) y aprender rutinas o informaciones nuevas y complejas.

A medida que avanza la enfermedad, los déficits se hacen más evidentes. Algunos de los síntomas son:

-Disminución en el conocimiento de los hechos recientes

-Olvido de hechos de la vida propia, se pierde esencialmente conciencia de quién se es

-Problemas para escoger la ropa

-Alucinaciones, discusiones, golpes, vidas y conducta violenta

-Desilusión, depresión y agitación

Algunas tareas que probablemente presenten dificultades para una persona en esta etapa son: preparar alimentos, conducir, vestirse, viajar fuera de rutas familiares y manejar las finanzas.

En la enfermedad de Alzheimer severa la persona ya no puede vivir sin ayuda. La mayoría de las personas en esta etapa ya no reconocen el lenguaje, no reconocen a los miembros de la familia y ya no son capaces de desempeñar las actividades básicas de la vida diaria (como comer, vestirse y bañarse).

Alzheimer es una enfermedad demencial que lleva a una pérdida de la capacidad intelectual. Los síntomas normalmente se presentan en adultos mayores de 65 años (aunque también puede afectar a personas de 40 y 50 años), pueden incluir pérdidas en las habilidades del lenguaje -como dificultad para encontrar palabras, problemas en el pensamiento abstracto, juicio pobre, desorientación en tiempo y espacio, trastornos de conducta y personalidad. El resultado general es una notoria disminución en las actividades personales y en el desempeño del trabajo.

Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río

EL ALUMINIO: RELACIÓN CON EL MAL DE ALZHEIMER

Es muy frecuente que cuando una persona famosa sufre de una enfermedad, también esa enfermedad se hace famosa. Tal es el caso con la enfermedad de Alzheimer, ya que muchos dicen que el ex-presidente Ronald Reagan padece de este problema. A principios de 1989, la revista médica altamente respetada de Inglaterra, The Lancet publicó las conclusiones de un estudio del gobierno Británico: el riesgo de contraer la enfermedad de Alzheimer se había elevado en un 50 % en las áreas de la Gran Bretaña donde el agua para beber contenía niveles elevados de aluminio.






Esta enfermedad aflige a mucha población. Por ejemplo, en los EE.UU. el 15 % de los americanos mayores de 65 años están afectados de este padecimiento, es decir más de 2 millones y medio de personas. Antes, se le conocía como demencia senil. Esta enfermedad está caracterizada por fibras nerviosas enredadas alrededor del hipocampo. Para aquellos que no lo saben, el hipocampo es el centro de la memoria del cerebro. 
Lo que sucede es que cuando estas fibras nerviosas que rodean al hipocampo se enredan, entonces los impulsos nerviosos ya no pueden llevar la información de, ni hacia el cerebro.


Algunas características de esta enfermedad son cambios severos en el estado de ánimo, pérdida de la memoria, percepciones desorientadas en el tiempo y el espacio, cambios de personalidad y una invalidez para comunicarse o concentrarse. Generalmente, la salud de la persona se deteriora en forma progresiva hasta que queda incapacitada totalmente.


Según el Dr. James F. Balch, en un estudio reciente de 78 pacientes con demencia, se encontró que 68 % también tenían la enfermedad de Alzheimer, 5 % tenían una deficiencia vitamínica (particularmente de B-12), 8 % tenían una forma ligera de depresión y 5 % tenían demencia por haber sufrido de varias embolias.


Con relación a la causa, podemos decir que la investigación ha revelado una fuerte correlación entre la enfermedad de Alzheimer y el aluminio. Casi siempre se han encontrado a través de las autopsias, depósitos de aluminio y sílice en los cerebros de las personas que murieron por este padecimiento. Por lo cual, estos resultados pueden sugerir que las cantidades excesivas de aluminio en la dieta, combinado con una deficiencia de varios minerales esenciales, en forma directa o indirecta lo predisponen a uno a la enfermedad de Alzheimer.


Es importante resaltar que el aluminio no es un nutriente. Aunque no es un metal pesado, es altamente tóxico para todos los seres vivos. El aluminio está difundido en nuestra agua, en la tierra, en el aire y por lo tanto en pequeñas cantidades, en nuestros alimentos también. Se cree que una persona promedio consume entre 3 y 10 miligramos de aluminio al día. En la actualidad, sabemos que el aluminio se absorbe y se acumula en nuestro cuerpo.


Hace algún tiempo la revista médica The Lancet (Vol. 343, 23-Ab-94) publicó un artículo en el que se menciona al aluminio como la toxina responsable de esta epidemia moderna: "la ingestión de hidróxido de aluminio fue implicada en la acumulación de aluminio en los cerebros de estos pacientes (que muestran cambios neuropáticos semejantes al Alzheimer)".


Como todos sabemos, el aluminio es un metal popular que se usa para hacer utensilios de cocina (en su lugar, se recomienda usar vidrio o acero inoxidable), así como envoltura de papel aluminio. El uso excesivo de los antiácidos es la causa más común de la toxicidad con aluminio. Muchos medicamentos antiinflamatorios contienen aluminio, como buffer (amortiguo), con concentraciones que van desde 14.4 mg hasta 88 mg por dosis. Varias preparaciones antidiarréicas contienen sales de aluminio, incluyendo caolín. Es importante leer la etiqueta de todo lo que compremos, ya que el aluminio es también un aditivo en muchos polvos para cocinar. El polvo para cocinar contiene de 5 a 70 miligramos de sulfato de aluminio sódico por cucharada de té.


Como ya lo mencioné, muchos síntomas de la intoxicación con aluminio son semejantes a los de la enfermedad de Alzheimer y a la osteoporosis. Una intoxicación de aluminio puede producirnos alteraciones gastrointestinales, nerviosismo extremo, un metabolismo alterado del calcio, dolores de cabeza, anemia, alteraciones en la función hepática y renal, alteraciones en el habla, mala memoria, huesos débiles, inclusive músculos dolorosos.


Para diagnosticar una intoxicación crónica por aluminio o por cualquier otro metal pesado, contamos en la actualidad con el análisis mineral de pelo, el cual, es un método sencillo y confiable para este tipo de medición.


Debido a que el aluminio se excreta por los riñones, las cantidades tóxicas de aluminio pueden dañar la función renal. El hecho de trabajar en plantas de fundición de aluminio puede producir en los trabajadores, a largo plazo, una coordinación dañada, mareos, falta de energía y alteraciones en el equilibrio. También ya se mencionó que la acumulación de aluminio en el cerebro puede ser una causa para la aparición de estos mismos síntomas de la enfermedad de Alzheimer.


Por todo lo anterior, es bueno pensarlo dos veces antes de utilizar baterías de cocina de aluminio. Algunos científicos como el Dr. William Douglass, en Second Opinion recomiendan no utilizar pastas de dientes que contengan aluminio. También recomiendan no utilizar desodorantes que contengan aluminio.


Por otro lado, recomiendan no consumir antiácidos que contengan hidróxido de aluminio, algunas sales de mesa, harinas blanqueadas y evitar el humo de los cigarros. Varias docenas de antiácidos contienen hidróxido de aluminio. Dependiendo del producto, las concentraciones pueden tener un amplio rango que va desde 29 miligramos hasta 265 miligramos por dosis.


Muchas preparaciones populares para duchas contienen sales de aluminio. Los quesos procesados tienen un alto contenido de aluminio, ya que se les agrega el aluminio para darles la capacidad de derretirse cuando se usan en las hamburguesas. Estos alimentos contienen entre 5 a 50 miligramos de fosfato de aluminio sódico por porción promedio.


Si nos detenemos a pensar, podríamos deducir que también debemos de vigilar nuestro consumo de alimentos enlatados. La mayoría de los refrescos son ácidos, así que probablemente se está ingiriendo mucho aluminio con cada lata.


De acuerdo a los conocimientos actuales, es bueno recordar que una vez que uno ha sido cargado con aluminio, es decir, que uno lo ha absorbido a través de cualquier vía antes mencionadas, no hay ni un método conocido para quelarlo fuera de nuestro cuerpo. Solamente puede ser desplazado.


Otra de las recomendaciones que se le pueden hacer al público, es la de que estén seguros de que su dieta tenga un alto contenido de fibra (promedio 25 gramos diarios) así como pectina de las manzanas. Esto ayuda a que nuestro cuerpo absorba menor cantidad de aluminio de los alimentos que lo contienen. Se sabe que el calcio en forma quelada con magnesio puede ayudar a enlazarse con el aluminio y coadyuva a su eliminación del cuerpo. Las vitaminas B, especialmente la vitamina B6 son importantes para que el tracto intestinal se deshaga de los metales en exceso en nuestro cuerpo.


Los avances científicos nos han dejado saber que la L-dopa se convierte en dopamina, la cual, impulsa al sistema monoamina que estimula nuestro cerebro. La dopamina es destruida en nuestro cerebro por una enzima llamada monoaminooxidasa. Conforme envejecemos, se destruye más dopamina que la que se produce.


Esta depleción del principal estimulante de nuestro cerebro hace que la función cerebral se disminuya -- frecuentemente en forma dramática. El l-deprenyl, puede en forma efectiva bloquear la acción de la enzima monoaminooxidasa, proporcionándonos una opción terapéutica no sólo para la enfermedad de Alzheimer, sino para todo tipo de demencias. Al bloquear a la monoaminooxidasa, el l-deprenyl hace que la concentración de dopamina se incremente, así que nuestro cerebro es estimulado más y por eso mejora la función cerebral. Esto significa que el l-deprenyl tiene un efecto terapéutico en los pacientes con Alzheimer, tanto a corto como a largo plazo.


En un pequeño estudio realizado en el Programa de Estudios de Medicinas Alternativas de la Universidad de Guadalajara en 1992, con 20 pacientes, encontramos que al administrarles una dosis de 10 mg al día de l-deprenyl, hubo una mejoría general importante en su funcionamiento cerebral. Los cambios se notaron después de 30 días de tratamiento. Los pacientes se pusieron menos nerviosos, se hicieron más sociales, es decir que la calidad de su vida mejoró. También vimos que mejoraron su capacidad de aprendizaje, su concentración y su memoria.


Se puede agregar al debate de los campos electromagnéticos y la salud, una relación interesante entre la enfermedad de Alzheimer y la exposición a los mismos. En un congreso reciente realizado en Minneapolis, el investigador Joseph Sobel de la Universidad del Sur de California reportó sobre tres estudios que demuestran lazos dramáticos entre la exposición en el lugar del trabajo a fuertes campos electromagnéticos y un riesgo posterior a la enfermedad degenerativa del cerebro. Los sujetos a exposiciones altas fueron 3 veces más propensos a desarrollar Alzheimer que la gente que no trabajaba alrededor de campos eléctricos. Dos de estos estudios se realizaron en Finlandia, otro en Los Angeles. Se incluyeron 386 pacientes y 475 sujetos de control.





Fuente: Sitio del Dr. Héctor E. Solórzano del Río

domingo, 13 de noviembre de 2011

BIENVENIDOS!

Este blog tiene como finalidad difundir la problemática de los pacientes que padecen el mal de Alzheimer así como también la prevención de la enfermedad. Te invitamos a ser un componente activo de este espacio y que compartas tu vivencia,conocimiento u opinion sobre el tema.